Image

Bailarinas Escritoras es un nuevo espacio en nuestro Blog, donde cualquiera de nuestras alumnas puede enviar su entrada para este espacio. En él, puede desarrollar cualquier tema que sea de su inspiración y que tenga relación con el mundo del ballet y nuestro Estudio. En esta ocasión, Paulina nos cuenta de cómo fue su experiencia en el curso BFit, una disciplina que busca lograr el cuerpo de una bailarina de ballet a través de ejercicios inspirados en él, sin la necesidad de aprender a bailar. Este curso vuelve en abril a Bonnie Corvalán, así que ¡atentas! a todas las que les interese ser parte de esta experiencia. Las dejamos con Pau y su historia:

 

Hola chicas: mi nombre es Paulina Reischel y quisiera contarles mi relación platónica con el ballet, donde hace muy poco tiempo pasó de ser platónica a una relación verdadera, amorosa, sincera y activa.

Desde muy pequeña me ha encantó el ballet, pero por diferentes motivos nunca pude tomar clases. Sin embargo, eso no fue un impedimento para estar relacionada de una forma pasiva e indirecta transversalmente en mi vida con ella; he sido una observadora en silencio de esta maravillosa disciplina que respeto, me emociona y admiro. Debo confesarles que me alegra y energiza verlas bailar.

Como les había mencionado, existieron varios factores que me alejaban de mi sueño y uno de esos motivos fue que no pudiera involucrarme activamente por orden médica. No podía hacer ejercicio, algo que comenzó a los 9 años; hoy tengo 38 y comencé a derribar mitos y de una forma sutil y tímida he iniciado una relación activa con el ballet; gracias a Bonnie Corvalán Estudio de Ballet.

Esta admiración y respeto era conocida por mi pololo Felipe Garrido, quien hace un par de años, me regalo sorpresivamente una clase de ballet de prueba en otra academia. Debo confesarles que me sorprendió y me dio vergüenza, pero de igual forma fui. Me sentí la abuela de la clase, lo que hizo que no quisiera ir más. Sin embargo, fue una clase que me mostro que todo es posible en la vida, una fantasía se hizo realidad, independiente de que haya sido una sola clase… El tiempo pasó y Felipe no se le quitaba de su mente, mi rostro de alegría cuando viví la experiencia, lo que lo impulso el 2016 a volver intentar acercarme al ballet y, me hizo una cita a ciega con Bonnie. Ese día no lo voy a olvidar, existía un estudio de ballet donde su eslogan es “AQUÍ TODAS PODEMOS BAILAR”; lo cual me sedujo y me puso nerviosa, ya que el primer pensamiento fue:” Es imposible, mi cuerpo no ha elongado jamás y soy vieja”. Quería matar a mi pololo, pero a la ves estaba agradecida.

Ese día fue cuando Bonnie me miro con mucha honestidad y me invito a que lo intentara, pero que comenzara a conocer mi cuerpo y que entendiera la importancia de elongarlo y de energizarlo como ante sala para atreverme a entrar a clases de ballet básico, aunque me dejo claro que era fundamental para toda bailarina; ya que el cuerpo es sagrado y es nuestro instrumento en esta relación con el ballet. Y me presento BFIT, algo que no tenía idea que existía, y con lo curiosa y desafiante que soy, me decidí entrar a esta nueva disciplina. Les juro chicas que me cambió la vida; comencé a sentir vivo nuevamente mi cuerpo y entendí que no existía lo imposible, solo mi mente mi limitaba, ya que mi físico me mostró no tener límites y me comencé a enamorar de BFIT. Ustedes saben que por amor uno hace todo, a pesar de correr de la pega a clases, full cansada, cada vez que vivía la experiencia, salía diciendo que era un golpe vitamínico y energético (era impresionante lo que provocaba en todas las que estábamos viviendo la experiencia de este curso. Mientras las semanas pasaban, mi cuerpo se fue sintiendo mejor y danzaba alegremente con el BFIT.

Agradezco a Bonnie que dicte esta clase, ya que lograr despertar lo más dormido que existe en una persona: no te presiona, te invita a despertar tu potencial y a sentirte libre. Pero jamás hay que olvidar que esto es disciplina, que si una desea lograr algo, debe ser perseverante, constante, aunque principalmente hay que conectarse con el deseo de llevar una vida saludable y un propósito a largo plazo. Esta clase te invita a convertirte en un ser activo y feliz.

BFIT me mostro la guerrera que todas llevamos adentro, ese ser interno que te impulsa y te motiva.

Y aunque no lo crean, esta clase me convenció de participar un tiempo en ballet básico y me demostró que los sueños se hacen realidad.

BFIT te energiza, no hiperventila y cuida de ti, para que tu cuerpo pueda aprender y responder a la disciplina del ballet.

¡Te invitamos a que vivas la “experiencia BFIT”! ¡No te arrepentirás! Ven, saca tus propias conclusiones y permite que tu cuerpo te muestre de lo que eres capaz.

¡Gracias por darme el espacio de poder expresar mi sentir!

Hasta una próxima.

¡Abrazos de luz y amistad!

Paulina.